Más que una manía.

No es complicado tener todos los pensamientos de los días reunidos junto al televisor y un par de libros avenjetados, mejor es para planear un parpadeo ideal hacia el exterior y analizar los detalles que nos observan al trancurrir el tiempo.

En este momento me confirmo que no es obstáculo alguno en este lienzo que llevo conmigo.

Podría considerarme una persona sin complejos y sin remordimientos cuando mirar hacia atrás se refiere, sin embargo detesto considerar cuando quiero afirmarlo.

No retengo los remordimientos, porque no he dado paso hacia lo anterior, tal vez me he detenido a proyectar qué tal hubieran transitado mis actos de no haber obtenido determinación.

Es momento de escribir que ese tal vez no volverá emerger en mi mente.

Determinación es una composición de vocablos que hacen a un ser humano discurrir sobre variadas fijaciones dentro de su vereda sujetada de la subsistencia.

Sin ésta es factible que los abismos circunvalarían el inhalar, nuestra naturaleza estaría desorientada y lo ecuánime fugaría.

Por lo tanto, optaríamos por la debilidad y no por la lozanía que necesitamos para completar nuestras ambiciones.

Ahora me siento infalible respecto a lo que soy y quiero continuar siendo.

Mañana, mañana, el mañana siempre será el nuevo hoy, el nuevo hoy donde veo reflejado la autenticidad de mis maniobras, por las cuales estoy eufórica.