Voracidad dentro de la fémina.
Ficticio deseo de sed. Tormenta vivencial, retrato de un mortal.
Siguiente paso; placenteras faltas a su moral.
Consiguiente, definida entre matarrones que destruyen velozmente las cuerdas que componen su voz.
Así te observamos, enjaulada entre espinas sociales y grilletes candorosos.
Escupe el reproche hacia lo que has puesto en el cimiento de tu necesitada ánima.
2 comentarios:
Wow! liberación, pudor, deseo y rompimiento de esquemas en unas cuantas certeras frases. Sir Isaac se ha levantado de la mesa, hoy sólo se quedó Baudelaire.
jajaja pillina te cache,
sabes que me pica la curiosidad jaja
Te amo jubella
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