sábado, 5 de diciembre de 2009

Alucinación


Sábado despertando cuando las aves aún no emprenden vuelo y los alcohólicos aún piensan en el sabor de un útlimo trago.

Tuve otro sueño reconfortante. Soñé con papá [suspira].
Cada vez que sueño con él, el día irradia alegría. Es como si tu superhéroe favorito apareciera entre la obscuridad y te salvara de los callejeros que intentaban arrebatar tu reloj.


¿Qué soñaste?
Soñé que platicabamos sobre lo que me ha pasado en estos años. En realidad no recuerdo exactamente la ubicación. Recuerdo que estabamos en un auto, revolucionando la ciudad. También que fuimos al hogar de un amiga porque me mudaría con ella. Al poco rato estaba pintando paredes, escuchando música clásica y colgando fotografías. Deleitable.
Después fuimos a dejar una carta en un buzón y yo le decía: "Pero las personas inmundas tiran la basura ahí ¿crees que en verdad la manden?". Él afirmó con seguridad.
De repente aparecieron unos hombres del camión de la basura, ellos recolectaban las cartas. Extrañamente me sentía más tranquila, ya que habían ido por mi carta.
Mi padre al ver eso me miró y dijo: "¿Sabías que ellos hurgan entre la basura en busca de marihuana?".
De ahí mi memoria no guardó más.

[rie] En verdad tengo sueños muy incoherentes pero me dejan con buenas reminiscencias.

En esta mañana tengo un sentimiento majo, puro y pacífico.
Por lo general cuando sueño con mi padre, despierto sollozando de pavor y desasosiego.
Hoy no, estoy en armonía pensando en él.

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